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Mixtas Frankfurt y la nostalgia

La semana pasada vi una pancarta que decía “Mixtas Frankfurt 80 años” y algo más en la Plaza Tivoli. Me llamó la atención y decidí ir el día de ayer. Agradable la sorpresa, que decir, el ambiente es bien tranquilo, el personal está compuesto por personas mayores y el señor que atiende es sobrino del fundador. Sirven almuerzos, tacos y por supuesto; mixtas.

El amueblado tiene esa gracia a cafetería de hace décadas. Luego de un minucioso estudio del menú pido mi orden “un combo de Super Mixtas + agua” y “qué tipo de agua va a querer” me pregunta la señora, yo vengo por las mixtas pensé, “tenemos Roja, Orange Crush, Canada Dry—” le interrumpo asombrado “¿Canada Dry Ginger Ale?” asienta con su cabeza y yo le digo “tráigase una de esas”. Joder, años de años sin probar una Ginger Ale.

En lo que esperaba escuché que el dueño estaba relatando historias de otras décadas a unas personas de otra mesa y viendo unas fotografías de tiempos pasados, perdidos y disfrutados.

Luego llega la señora con lo usual; la mayonesa, la salsa de tomate, la mostaza, cuchillo, tenedor, servilletas… y la ¡Canada Dry! No me gustan las gaseosas y eso lo sabe quien me conoce, pero esa es la única que me gustaba tomar de cuándo en cuándo allá en mi infancia. El primer sorbo me trajo muchos recuerdos; los viajes al Petén con mi papá, las visitas al abuelo en Ipala, mis años de inocencia.

A los minutos la señora lleva las mixtas ¡en un plato de aluminio! esto le da aún más nostalgia a la situación. La tortilla medía más ó menos 20 centímetros, con repollo bien picado, aguacate, una salchicha gruesecita y del mismo tamaño, una tira ancha de tocino del mismo tamaño y con rebanadas de queso kraft. ¡Y yo pedí 2 de estas! Claro que para rematar pedí un Hot Dog Especial, que es lo mismo que la Super Mixta pero con menos repollo/aguacate, no vale la pena en mi opinión.

No sé si en el pasado la calidad era igual, peor ó mejor, pero a mí me ha gustado y por el precio que pagué no creo que haya sido caro por todo el servicio, claro que para un glotón si es costoso comer ahí.

Pero en definitiva Mixtas Frankfurt se ha ganado un espacio en mi lista de lugares donde comer rico.