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La muerte de una vaca es dura

La otra vez enfermó una vaca de mi padre, una Jersey. Ya estaba grande la vaca, dio bastantes partos e incontable leche pero simplemente sufrió una complicación que no se pudo resolver. La única opción era sacrificarla y terminar con su sufrimiento. Mi padre no quiso hacerlo, me trasladó la responsabilidad y tampoco pude, se la di a otra persona. Es difícil hacerle eso a un animalito que ha aportado tanto.