Cuando el azar es más sabio que nosotros: Lecciones del Kleroterion Griego
Índice
Introducción
Una mañana, mientras me preparaba para salir, me enfrenté a una decisión aparentemente simple: ¿qué escuchar durante mi caminata? Tenía tres opciones igualmente atractivas. Pasé cinco minutos evaluando cada una, pensando en mi estado de ánimo, en lo que “necesitaba” escuchar hoy, en cuál me haría más productivo, qué me atraía más. Al final, lancé una moneda al aire y pues claro, una moneda tiene dos lados y tenía tres opciones. Genial forma de iniciar el día.
Así que me fui a buscar un dado de seis caras y luego de asignar probabilidades ahí estaba yo, un adulto aparentemente funcional, delegando una decisión trivial al azar. Pero aquí está lo interesante: me sentí inmediatamente aliviado. No solo por haber tomado la decisión, sino por haberme liberado de la responsabilidad de tomarla “correctamente”.
Resulta que esta estrategia no es nueva. Hace más de 2,400 años, los atenienses desarrollaron una de las tecnologías democráticas más sofisticadas de la historia: el kleroterion, una máquina de mármol que seleccionaba ciudadanos al azar para cargos políticos. No era un capricho ni una forma primitiva de organización. Era una solución deliberada y brillante a un problema que seguimos enfrentando hoy: cómo tomar decisiones justas cuando nuestro juicio humano está inevitablemente sesgado.
La parálisis de la decisión moderna
Vivimos en lo que los psicólogos llaman la “era de la sobrecarga de opciones”. Cada día tomamos miles de decisiones, desde qué ropa ponernos hasta qué serie ver en alguna plataforma de streaming. Barry Schwartz, en su investigación sobre “maximizadores versus satisfactores”, descubrió algo fascinante: las personas que buscan siempre la “mejor” opción terminan siendo menos felices que aquellas que se conforman con opciones “suficientemente buenas”.
Piénsalo por un momento. ¿Cuántas veces has pasado más tiempo decidiendo qué almorzar que el tiempo que te tomó comer? ¿Cuántas decisiones postpones porque ninguna opción se siente “perfecta”?
Esta fatiga de decisión no es solo una molestia moderna. Los jueces israelíes, en un estudio que analizó más de mil casos, mostraron un patrón alarmante: al inicio del día aprobaban el 65% de las solicitudes de libertad condicional, pero al final del día, cuando estaban mentalmente agotados, esa cifra caía a casi cero. Después de los descansos, volvía al 65%.
Si hasta los jueces, entrenados para tomar decisiones racionales e imparciales, sucumben al agotamiento mental, ¿qué esperanza tenemos el resto de nosotros?
El kleroterion es más que un simple sorteo
Los antiguos griegos entendieron algo que nosotros hemos olvidado: que a veces el azar es más justo que nuestro mejor juicio. El kleroterion no era una ruleta primitiva. Era una máquina sofisticada de mármol con ranuras precisamente talladas, organizadas en columnas que representaban las diez tribus de Atenas.
El proceso era elegante en su simplicidad: los ciudadanos colocaban sus fichas de bronce (pinakia) en las ranuras correspondientes a su tribu. Luego se introducían dados blancos y negros en la máquina. Los dados blancos seleccionaban filas completas de ciudadanos; los negros las eliminaban. Era imposible manipular el resultado.
Pero aquí está lo más interesante: los atenienses no usaban este sistema por pereza o ignorancia. Lo usaban porque reconocían las limitaciones del juicio humano. Sabían que cuando los seres humanos toman decisiones sobre otros seres humanos, inevitablemente intervienen factores como el favoritismo, los prejuicios y los intereses personales.
¿Te suena familiar? Pensemos en los procesos de contratación modernos. La investigación de Bertrand y Mullainathan demostró que los currículums con nombres que “suenan blancos” reciben 50% más llamadas que currículums idénticos con nombres que “suenan afroamericanos”. Un nombre puede proporcionar tanta ventaja como ocho años adicionales de experiencia.
Vivir en automático vs. decidir conscientemente
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Todos vivimos gran parte de nuestras vidas en “piloto automático”. Los neurocientíficos estiman que casi la mitad de nuestras acciones diarias son habituales, ejecutadas sin pensamiento consciente. Esto no es necesariamente malo; nuestros cerebros desarrollaron estos atajos para conservar energía mental.
Steve Jobs vestía siempre el mismo estilo de ropa. Barack Obama reducía su guardarropa a colores básicos. No lo hacían por falta de creatividad, sino para preservar su energía mental para decisiones más importantes. Era automatización estratégica.
Pero hay una diferencia crucial entre automatizar conscientemente y vivir sin decidir por pereza o miedo. La primera es liberación; la segunda es abddicación.
El kleroterion representa un tercer camino: la delegación consciente al azar. No es vivir en automático ni tampoco es agonizar sobre cada decisión. Es reconocer cuándo el azar puede ser más sabio que nosotros.
La justicia del azar
Aquí viene la parte que más me fascina de todos estos sinsentidos que estoy escribiendo. Microsoft descubrió una idea que generó más de $100 millones anuales usando una simple prueba aleatoria A/B. Era una propuesta que había sido archivada durante seis meses porque los expertos la consideraron de baja prioridad. Solo cuando la probaron al azar contra la versión existente descubrieron su valor.
Unilever implementó elementos aleatorios en su proceso de contratación y logró algo extraordinario: 16% de aumento en diversidad, 75% de reducción en tiempo de contratación, y 50% de reducción en sesgo de contratación.
¿Por qué funciona esto? Porque los sistemas aleatorios no tienen prejuicios. No prefieren inconscientemente a candidatos que les recuerdan a ellos mismos. No se cansan al final del día. No tienen mal humor después de una discusión con su pareja.
El filósofo John Rawls formuló esto de manera elegante en su “velo de ignorancia”: si no supiéramos cuál sería nuestra posición en la sociedad, ¿qué sistema de distribución elegiríamos? Probablemente uno que fuera justo para todos, no solo para los privilegiados.
Aplicaciones modernas del “kleroterion personal”
Entonces, ¿cómo aplicamos esta sabiduría antigua a nuestras vidas modernas? No sugiero que lances una moneda o un dado para decidir con quién casarte o qué carrera estudiar. Pero hay todo un espectro de decisiones donde la aleatoriedad puede ser liberadora.
Decisiones cotidianas de bajo impacto
Mi estrategia de qué escuchar en la mañana es solo el comienzo. ¿Qué restaurante probar este fin de semana cuando todos se ven igualmente atractivos? ¿Qué libro leer cuando tienes una pila de opciones interesantes? ¿Qué ruta tomar al trabajo cuando hay varias alternativas?
Para estas decisiones, he desarrollado mi propio “kleroterion digital”. Una simple app de dados en mi teléfono. Asigno números a las opciones y dejo que el azar decida. Es sorprendente lo liberador que resulta.
Decisiones creativas y profesionales
Los creativos han descubierto que la aleatoriedad puede romper patrones mentales. Brian Eno usa “cartas oblicuas” con sugerencias aleatorias para superar bloqueos creativos. Algunos escritores usan generadores de palabras aleatorias para iniciar cuentos.
En el trabajo, cuando todas las opciones en una tarea parecen igualmente válidas, el azar puede ser un desempate perfecto. No solo elimina la parálisis por análisis, sino que también te libera de la responsabilidad de haber elegido “mal”.
Decisiones sociales
¿Alguna vez has estado en un grupo tratando de decidir qué película ver, y todos responden “lo que ustedes quieran”? La aleatoriedad resuelve esto instantáneamente. Define las opciones, asigna números, tira dados. Nadie puede quejarse porque nadie “decidió” en contra de sus preferencias. Y eso es lo curioso: decidir al azar también es una decisión.
Los beneficios psicológicos de delegar al azar
Aquí es donde la ciencia se vuelve realmente interesante. Los estudios de neuroimagen muestran que cuando delegamos decisiones al azar, nuestros cerebros responden de manera diferente. La Negatividad Relacionada con Errores (ERN), una respuesta cerebral asociada con el monitoreo del desempeño, muestra menos actividad cuando los resultados son aleatorios en lugar de elegidos.
En términos simples: nos estresamos menos por los resultados que no controlamos.
Esto conecta con algo que he observado en mi propia vida. Cuando el azar “decide” y el resultado no es perfecto, me resulta mucho más fácil aceptarlo que cuando yo mismo elegí mal. Es la diferencia entre “el azar no me favoreció hoy” y “debería haber sabido mejor”.
También está el tema de la responsabilidad. Cuando delego conscientemente una decisión al azar, mantengo la responsabilidad del proceso (decidí usar aleatoriedad) pero me libero de la responsabilidad del resultado específico. Es una forma inteligente de gestionar la ansiedad por tomar decisiones “correctas”.
Cuándo NO usar el kleroterion moderno
Por supuesto, no toda decisión debería delegarse al azar. La sabiduría está en saber cuándo aplicar esta herramienta.
Nunca uses aleatoriedad para:
- Decisiones con consecuencias irreversibles o de alto impacto.
- Situaciones donde tu experiencia y conocimiento específicos son cruciales.
- Momentos donde valores personales profundos están en juego.
- Decisiones que afectan significativamente a otras personas sin su consentimiento.
La clave está en reconocer la diferencia entre delegar conscientemente al azar (una estrategia) y evitar decidir por miedo o pereza (una abdicación). Y siempre usa tu sentido común en última instancia.
Creando tu propio sistema de decisión aleatoria
Si esta idea te resuena, aquí tienes algunas formas prácticas de implementar tu propio “kleroterion”:
Herramientas digitales:
- Apps simples de dados o generadores de números.
- Siri o Google Assistant (“lanza una moneda”).
- Sitios web como random.org.
Métodos analógicos:
- Una moneda simple para decisiones binarias.
- Dados para múltiples opciones.
- Cartas para categorías más amplias.
- Palitos o papelitos en un frasco.
Establecer parámetros:
- Define claramente las opciones antes de delegar al azar.
- Acepta de antemano que cumplirás con el resultado.
- Usa solo cuando las opciones sean genuinamente equivalentes.
El kleroterion como filosofía de vida
Más allá de las aplicaciones prácticas, el kleroterion nos enseña algo profundo sobre el control y la aceptación. En nuestro mundo obsesionado con la optimización y el control total, hay algo profundamente liberador en reconocer que no todas las decisiones requieren nuestro análisis exhaustivo.
Los estoicos tenían un concepto similar en su famosa dicotomía del control: “algunas cosas están dentro de nuestro control, y algunas no.” Delegar conscientemente al azar es una forma de practicar esta sabiduría. Controlamos el proceso de decisión, pero liberamos el resultado específico.
Como escribió Marco Aurelio: “Confínate al presente.” A veces, la mejor manera de estar presente es dejar de obsesionarse con elegir el futuro “perfecto” y simplemente elegir uno suficientemente bueno. Nadie va a tener un futuro perfecto.
Pero tal vez lo más interesante es esto: muchas veces, cuando estoy a punto de lanzar la moneda o un dado, me doy cuenta de que sí tengo una preferencia. Hay algo sobre estar dispuesto a aceptar el azar que clarifica nuestros verdaderos deseos.
Recuperando el arte de decidir
Al final, en este sentido el kleroterion no se trata de abdicar responsabilidad. Se trata de ser más estratégicos sobre dónde invertimos nuestra energía de decisión. Se trata de reconocer que en un mundo de opciones infinitas, a veces la libertad está en elegir no elegir.
Los atenienses entendieron algo que nosotros hemos olvidado (si, los antiguos griegos sabían mucho más que nosotros): que la aleatoriedad bien aplicada no es caos, sino orden de un tipo diferente. Un orden que reconoce las limitaciones humanas y trabaja con ellas en lugar de contra ellas.
En mi post sobre Jon Jandai, escribí sobre la sabiduría de simplificar nuestras vidas. El kleroterion es otra forma de simplificación: simplificar el proceso de decidir.
Como Jon dice: “La vida es fácil. ¿Por qué la hacemos tan difícil?” A veces la hacemos difícil porque creemos que cada decisión debe ser perfecta, que cada elección debe ser optimizada. El kleroterion nos libera de esa presión.
Conclusión
La próxima vez que te encuentres paralizado por una decisión trivial, recuerda a los atenienses y su máquina de mármol. Recuerda que a veces el azar es más sabio que nuestro mejor juicio, y que delegar conscientemente puede ser una forma de control más elevada.
No se trata de vivir la vida lanzando monedas o tirando dados para todo. Se trata de ser más intencionales sobre cuándo y cómo decidimos. Se trata de reconocer que en un mundo de opciones infinitas, la verdadera libertad a veces está en elegir no elegir.
Así que la próxima vez que te enfrentes a una decisión que consume más energía de la que merece, considera esto: ¿qué haría un ateniense? Tal vez, solo tal vez, dejarían que los dados decidieran.
Y tú, querido lector, ¿te atreverías a experimentar con tu propio kleroterion moderno? ¿Qué decisiones podrías simplificar hoy para tener más energía para las que realmente importan?
Al final, como tantas cosas en la vida, se trata de equilibrio. El equilibrio entre control y aceptación, entre análisis y acción, entre la sabiduría humana y la justicia del azar.
Fuentes que usé en este increíblemente largo agujero de conejo:
Harvard Research Bulletin - “Athenian Kleroteria and Hellenistic sortition” - https://research-bulletin.chs.harvard.edu/2011/02/16/athenian-kleroteria-and-hellenistic-sortition/
Encyclopedia Britannica - “Sortition | Random Selection, Democracy & Citizen Participation” - https://www.britannica.com/topic/sortition
Wikipedia - “Kleroterion” - https://en.wikipedia.org/wiki/Kleroterion
CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica de Francia) - “The Machine that Selected the Citizens of Athens” - https://news.cnrs.fr/videos/the-machine-that-selected-the-citizens-of-athens
TheCollector - “Is There Democracy Without Voting? Elections by Lot in Ancient Athens” - https://www.thecollector.com/elections-in-ancient-athens-democracy/
Association for Psychological Science - “The Bias Beneath: Two Decades of Measuring Implicit Associations” - https://www.psychologicalscience.org/observer/the-bias-beneath-two-decades-of-measuring-implicit-associations
The Decision Lab - “Decision Fatigue” - https://thedecisionlab.com/biases/decision-fatigue
PubMed - “Maximizing versus satisficing: happiness is a matter of choice” - https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12416921/
ResearchGate - “Maximizing Versus Satisficing: Happiness Is a Matter of Choice” - https://www.researchgate.net/publication/11048743_Maximizing_Versus_Satisficing_Happiness_Is_a_Matter_of_Choice
Harvard Business Review - “The Surprising Power of Online Experiments” - https://hbr.org/2017/09/the-surprising-power-of-online-experiments
MIT Press - “Online Experimentation: Benefits, Operational and Methodological Challenges, and Scaling Guide” - https://hdsr.mitpress.mit.edu/pub/aj31wj81
ResearchGate - “Unilever’s Practice on AI-based Recruitment” - https://www.researchgate.net/publication/373763740_Unilever's_Practice_on_AI-based_Recruitment
CNBC - “What Google learned in its quest to build the perfect team” - https://www.cnbc.com/2019/02/28/what-google-learned-in-its-quest-to-build-the-perfect-team.html
PubMed Central - “Snapping out of Autopilot: Overriding Habits in Real Time and the Role of Ventrolateral Prefrontal Cortex” - https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC10023494/
PubMed - “A neural autopilot theory of habit: Evidence from consumer purchases and social media use” - https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38151467/
Sage Journals - “Mindless Eating: The 200 Daily Food Decisions We Overlook” - https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0013916506295573
Stanford Encyclopedia of Philosophy - “John Rawls” - https://plato.stanford.edu/entries/rawls/
Stanford Encyclopedia of Philosophy - “Original Position” - https://plato.stanford.edu/entries/original-position/
Oxford Academic - “Randomness increases self-reported anxiety and neurophysiological correlates of performance monitoring” - https://academic.oup.com/scan/article/10/5/628/1664407?login=false
ScienceDirect - “Are lotteries the best chance for the success of students and schools?” - https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0883035517317688
Scholarships360 - “How Does a School Lottery System Work?” - https://scholarships360.org/k12/lottery-schools/